El libro de la Filosofía

Sorteamos seis palabras en una aplicación tipo “tómbola”, un amigo y yo. La idea es desarrollar la palabra “ganadora”, en un texto, concepto o lo que se nos ocurra que gire en torno de las letras. Qué se puede hacer con “Irradiar”, qué puedo decir, qué significa para mí…

Dorling kindersley es una editorial que entre sus publicaciones hay una colección dedicada a las humanidades, algo así como el quehacer humano. Los tomos son muy atractivos, nada más los colores en las pastas son ineludibles, el tipo de letra y que están tapizadas con iconos muy representativos del tema que abordan. Yo adquirí «El libro de la Filosofía», escrito por Will Buckinde, John Marenbon, entre otros. Un repaso, más o menos cronológico de cómo ha ido desenvolviéndose esta materia, que lejos de ser académico, nos a acompañado en la convivencia humana. El caso de Sócrates es siempre muy interesante, donde decía que “una vida sin examen no merece ser vivida”, algo que lo llevaría a la muerte. Luego, ahora tan fácil que es criticar en el anonimato, David Hume, aboga por que “en nuestros razonamientos acerca de los hechos, hay todos los grados inimaginables de certeza. Por ello, el hombre sabio hace que su creencia sea proporcional a sus pruebas».  Y si algo está calando hondo en el presente, Hélène Cixous, nos propone que “la mujer debe escribir ella misma y traer a la mujer a la literatura”, en clara referencia al movimiento feminista.

Dedico este texto a mi hermano, quien acaba de salir adelante de una enfermedad que se ha llevado a muchos de los nuestros, SARS-CoV-2. Seleccioné este título porque me di cuenta de que se parece mucho a él, no sólo en lo interesante y atractivo, sino en la sabiduría que nos brinda. Guarda una relación muy mística entre el orden, pues, cada «capítulo» del libro además del texto central, en cuadros perfectamente estructurados, nos menciona información alterna de relevancia, imágenes o comentarios para ubicarnos mejor, tan estructurado como mi hermano; y lo divertido, pareciera que lo cuadrado abruma, sin embargo los temas calan tan en lo rutinario o común de los días que no se puede ser indiferente, la ironía, el sarcasmo o la gracia es imposible de evitar, tal cual la alegría de mi hermano, irresistible.

Irradiar es la propiedad de un cuerpo de despedir o emitir rayos de luz, calor u otra energía, ergo, desde niño percibo de mi hermano su luz, su amor y su paz. El irradia no sólo eso, sino una espiritualidad cálida, viva y alegre que sus alumnos seguramente disfrutan una enormidad tanto como yo.

¡A darle, Vany! ¡Aleluya, Dios! Y prepárate te voy a seguir ganando en el FIFA

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