La ratoncita-niña y otros cuentos

Pensé que estando en casa podría leer, escribir y disfrutar de mis plantas, no sólo vi como otras personas aprovecharon la cuarentena tomando cursos en línea, sino que también supe de gente practicando algo de los muchos tutoriales en la red, además, razone que me estaba ahorrando tiempos de traslado… Tiempo líquido, en un envase y fresco, listo para tomar… ¿Cómo me fue? ¡Nah!

La tía de mi esposa cuenta con una seria cantidad de libros entre novelas, enciclopedias y de texto; no son pocos los que me ha regalado, algunos ya los he reseñado aquí, bueno, me regalo otro… De León Tolstoi, «La ratoncita-niña y otros cuentos«, un conjunto de fábulas, relatos e historias cortas para niños. Curiosamente este libro le perteneció a mi esposa y creo lo usaron para trabajar la métrica silábica, en el primer texto están marcadas a mano con algunos números. Sentí una emoción especial indagar en esa lectura, era como dar un brinco en el tiempo de diversas formas, cómo fue la infancia de ella, de qué manera trabajé ese ejercicio en mi escuela, cómo lo aprendería «Leoncito» Tolstói en su epoca…


El cuento que más me conmovió fue uno titulado «La gente pobre», tiene una fuerza muy viva, una cotidianidad palpable y la consternación poderosa de un cuento corto. «Lipuniuchka» es una aventura divertida. Luego está «De como el mujic hizo desaparecer la piedra», ese relato me recordó una anécdota que desconozco si es real donde en la carrera espacial entre los gringos y los rusos, los primeros se quebraban la cabeza en hacer funcionar un bolígrafo sin gravedad hasta que un espía les confieso que los comunistas usan lápiz…


Es un librito enjuto, lo forraron como se hacía antes con lustrina, plástico y cinta adhesiva, me imagino se puede encontrar hasta en la red de manera gratis, Tolstói es un grande de la literatura y ahora me imagino la razón, espero conocer más de él, de su obra y aura. No fue en esta cuarentena porque desconocía a plenitud la energía, destreza y habilidades que se requieren para tener en orden la casa, aprovecho para externar mi admiración a todas esas personas que dedican su vida ello y sobre todo para preguntarles… ¿Cómo rayos le hacen?


Y bueno, es un placer de nuevo estar aquí ¡hasta la próxima!