El Alquimista

Muy molesto, es más, podría decir que hasta decepcionado de mí, un amigo me reclamaba sobre mis comentarios de éste libro. Fiel a sus ideas, vertía argumento tras argumento apasionadamente, —Has leído mejores cosas, ¿cómo puedes recomendar “eso”?— decía, cargado de mucha energía.

Paulo Coelho, es un escritor, que aunque no les guste a sus opositores despierta muchas simpatías y, como lo comento, también demasiados detractores. En El alquimista, narra la historia de Santiago, un joven de decide ir en busca de su sueño. Enfrenta la adversidad, el anhelo y por lo tanto las frustraciones propias de arriesgarse, de salir de su lugar de origen donde todo 4137624837_2b41fc0e32conoce, por un lugar que promete, pero que no garantiza el buen porvenir. Independientemente del final, todo el libro de una forma fantasiosa muestra en colores pastel mucho de lo que sucede en el ser humano solo por salir a la aventura y conseguir lo que desea de corazón.

El ejemplar que poseo, es una versión muy hermosa: las pastas son duras de un color café que evoca un libro antiguo, cuenta con una cubierta dura que le da un aire ceremonioso y está rematado con una banda de cartoncillo ilustrada con una estampa de una pirámide egipcia. Por dentro, las páginas cuentan con ilustraciones hechas a manera de acuarelas representando acciones de la historia. Además, las hojas tienen un color y textura que invitan a la lectura. Si, a la lectura, eso es finalmente lo importante, leer y comunicarnos, hacer contacto. No busco, una doctrina o verdad absoluta que pueda levantar como bandera, cómo podría si a lo largo de mi vida me la paso dudando y cuestionando todo, en mis adentros, donde solo yo sé que no estoy seguro o también, que si lo estoy. No me nace proponer algo que no funciona en mí, sin embargo, si disfruto compartir las coincidencias. Veo, observo y leo que hay gente con mucho talento para criticar, y ésta, impulsa al ser humano, yo en lo personal disfruto coincidir. Seguramente hay mejores libros que éste y también peores, pero si con alguno encuentro un contacto, una amistad o un gusto compartido, solo por eso para mí vale la pena. En una visión minimalista, al leer un libro, contacto por lo menos con el autor. Yo elijo que libro leer, no el libro a mí y durante la lectura sigo eligiendo que pensar de lo que leo, la voluntad esta en el individuo y cada ser humano tiene una perspectiva muy individual ante cada libro, de allí que pueda respetar que alguien no  concuerde que alguna obra sea digna de recomendar.

Disfrute mucho la lectura de ese ejemplar y hoy me complazco escribiendo y esperando seguir haciendo contacto con él.

Deja un comentario